Nosotros fuimos débiles, erramos el camino, nos traicionaos, nos distanciamos, perdimos los códigos, los valores, la amistad, el amor, y ahí nos volvimos vulnerables.
De los errores se aprende, pero hay errores que no se pueden cometer, hay errores trágicos, irremediables.
Nosotros no supimos ni sabemos aprender de nuestros errores, por eso pasa esto.
Todos cometemos errores, todos nos equivocamos, pero también todos tenemos alarmas, una voz en lo más profundo de nuestra alma que nos dice “te estás equivocando, no lo hagas”, el error es no escuchar esa voz, es no reaccionar ante esa alarma.
Y aunque te pierdas, aunque equivoques el camino siempre va a estar esa voz, esa voz que en lo más profundo de tu alma te marca el camino y te dice “hey, ¿Donde estás?, ¿Donde estás?”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario