lunes, 21 de marzo de 2011

Heridas de guerra

Tuvimos que hacer sacrificios, fuimos separados de nuestras familias, de nuestros afectos, perdimos seres queridos, y son heridas profundas, difíciles de cerrar.
Esas heridas, esos dolores profundos nos marcaron, nos cambiaron, nos resintieron.
Están ciegos, enceguecidos por sus egoísmos, no pueden ver más allá, ni siquiera pueden ver lo que les pasa al lado.
Perdieron la capacidad de sentir, el sentido del grupo, de la amistad, del amor… traiciones, celos, envidias, egoísmos. Tan concentrados en ustedes mismos y sus miserias que no pueden ver que son ustedes mismos los que se están lastimando, produciéndose heridas unos a otros.
Solo dos consejos puedo darte Simón: Manténganse unidos y abran los ojos, antes que las heridas sean demasiado profundas.

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